viernes, 21 de mayo de 2010

Bayern-Inter, final de la Champions League

Hoy es un día especial para el mundo del balón. Todas y cada una de las personas que amamos este deporte, seamos del equipo que seamos, disfrutamos del partido que acontece esta noche, la final de la Champions League, entre el Inter de Milán y el Bayern de Munich, dos grandes venidos a menos durante los últimos años y que ahora pugnan por la corona europea.

En este encuentro hay rivalidades más allá que la posesión del esférico, que se centran en dos enfrentamientos directos: Robben/Sneijder y Van Gaal/Mourinho.

Comenzaré con la dupla de holandeses errantes. Dos jugadores infravalorados este verano por su club ante las tablas de los jugadores que han llegado al club de Concha Espina este verano, que han sabido sobreponerse al traspaso a estos equipos y que han conseguido llevar la manija para conducirlos hasta la mismísima final de la Champions, tan anhelada por el Real Madrid desde la novena de Glasgow. También es coincidencia, y más si juegan en el verde que muchas veces brillaron, uno con su velocidad y desborde y el otro con sus pases y lanzamientos de falta.

El otro duelo se establece entre el técnico del Bayern y el técnico del Inter, Van Gaal y Mourinho, maestro y mentor, cuando uno entrenaba al F.C. Barcelona y el otro era su traductor, que al final terminó siendo su ayudante y, por palabras del holandés, le dejó a su cargo varios entrenamientos, cosa que no había hecho nunca. No era consciente de la progresión que años más tarde José Mourinho iba a tener en el mundo del fútbol. Diferentes apuestas de fútbol, el juego del club de Munich caracterizado por un fútbol vistoso como el del Barça mientras el ya de por sí juego defensivo típico italiano del Inter. Sin embargo no me atrevo a tachar a Mourinho como entrenador defensivo del Catenaccio. Es más, durante toda la temporada ha estado jugando con un 4-3-3, con Milito, Eto’o y Pandev. El partido del Camp Nou fue sólo una estrategia y el acople que Mou realiza con los equipos a los cuales se enfrenta y para defender la renta del 3-1 de la ida. Eto’o pondrá el morbo ante la afición que un día muy lejano coreó su nombre y cuyo equipo no lo quiso en sus filas.

Sin embargo, este Bayern de Munich ha sabido sobreponerse a la baja de Ribery, remontar al Manchester United y sobre todo, merece estar donde está, más allá de que el gol contra la Fiorentina fuese o no en fuera de juego. Robben puede ser la llave del partido, mientras que me gustaría resaltar un nombre entre todos: el del croata Ivica Olic, que ha sido muy decisivo en las últimas eliminatorias junto al holandés. Quién sabe si al final del partido correrán detrás de su entrenador para bañarlo en cerveza.

Para acabar, me gustaría dar un pronóstico para el partido. Soy un poco más simpatizante del Inter de Milán desde pequeño, así que me encantaría que se alzara con el trofeo de campeón, aunque eso no quita que será un partido disputadísimo entre las dos escuadras. Nunca hay muchos goles en las finales, así que apuesto por un 1-0 a favor del Inter, gol de “El Príncipe”, Diego Milito, cuya gloria le ha llegado casi al final de su carrera, pero es totalmente merecida. Más vale tarde que nunca.

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